Impartir a los internos enseñanzas de valores morales y principios universales, basados en los conceptos Bíblicos como los son: la integridad, la honradez, la obediencia, el respeto, el amor, el arrepentimiento, la oración y una relación diaria con Dios, para que la persona logre conocer que tiene una identidad de ser llamado hijo de Dios, fortaleciendo su fé y carácter mediante la impartición de discipulados y conferencias, con las cuales, la persona logra recuperar su dignidad como ser humano y fortalece su autoestima y dominio propio identificando lo que es bueno y malo para su vida.