El 20 de Abril de 1954, el doctor Alfonso Garibay Fernández, preocupado por la calidad de vida de las personas sordas a las que atendía como otorrinolaringólogo, decidió fundar el Instituto Lagunero de Audición y Lenguaje, A.C. El Doctor fue visionario y pionero: se trataba de la primera escuela de educación especial en la Comarca, la primera en educación para personas sordas en toda provincia, y la segunda en el país.
Los orígenes se encuentran en un viaje que hizo a la Ciudad de México donde conoció la única escuela para sordos que existía en el país -estaba recién fundada por el Doctor Barruecos-. A partir de esa referencia decidió asumir el compromiso de trabajar y atender ésta discapacidad en su región y como todo lo que él emprendía, lo inició con mucho entusiasmo y sin ningún presupuesto. La escuela, por supuesto sería gratuita, para ofrecer alguna alternativa a los sordos de escasos recursos. Junto a su esposa Soledad inició el proyecto.
Brindar la rehabilitación del niño sordo, fortaleciendo su autoestima e integrándolo a la sociedad y capacitándolo para desempeñar un trabajo digno y productivo.
Ser una de las mejores instituciones educativas para niños y jóvenes sordos; a través de la formación integral y la promoción de la inclusión social, basados en el respeto, la unidad, y el conocimiento; siendo enlace de comunicación entre maestros y sociedad en general.